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La supuesta libertad dada a los vecinos de Nemausus a la hora de ocupar y distribuir
sus viviendas, era paradójica e innecesariamente limitada a través de un acuerdo
que les prohibía empapelar, pintar o enyesar las paredes y enmoquetar el suelo, o les
obligaba a utilizar una paleta de colores para sus cortinas, de acuerdo al tamaño de
la vivienda (2D-azul, 3D-amarillo, 4D rojo). El arquitecto pretendía con ello ejercer
un control sobre la apropiación del espacio por parte del habitante. Tal y como
cabía esperar, Nouvel iba a perder esa batalla contra el ejercicio de la flexibilidad
como estrategia política de los habitantes, quienes 10 años después, mostraban con
orgullo el resultado de la apropiación de su espacio doméstico [a]. El resultado es
muy similar al registrado por la fotógrafa Corine Vermeulen, que en 2009 fotografió
el interior de las viviendas de Lafayette Park de Detroit, proyectadas hace 50 años
por Mies van der Rohe, mostrando la diversidad con la que sus habitantes se
habían apropiado de los modernos interiores para expresar su idiosincrasia, y que
contrastaba con la austera y homogénea imagen exterior de este ejemplar proyecto
de la Modernidad [b].
Una conclusión posible de estos casos es, que no importa cuánto se obstine un
arquitecto en ‘proyectar’ sus obras más allá de su responsabilidad o dominio,
especialmente si se trata de coartar innecesariamente alguna libertad, pues la acción
de sus habitantes o usuarios se encargará, con el tiempo, de hacerlo fracasar [4].
Conviene por tanto considerar hoy un cambio de estrategia a favor, y no en contra,
de dicha acción espontánea, impredecible y difícil de proyectar.
Triple flexibilidad
En el desarrollo de molinos y fábricas, las máquinas se ubicaron primero en las
habitaciones traseras, cobertizos y almacenes…Posteriormente sin embargo, la
rentabilidad de las máquinas requirió la extensión de su eficiencia científica, a
edificios diseñados específicamente para los diversos procesos mecánicos. La
historia de las máquinas y del diseño de la fábrica, ha sido un proceso radiante
de adentro a fuera, lo que contrasta fuertemente con la evolución del proyecto de
la vivienda del hombre. El hombre ha proyectado sus refugios para la vivienda,
el culto y el juego, desde fuera hacia adentro, porque primero era necesario estar
protegido contra los elementos y los ataques de merodeadores en el menor tiempo
posible. [5]
Fuller sintetizaba aquí algunas de las ideas que movieron a muchos arquitectos
modernos a adoptar el funcionalismo, en el que se producía un estricto ajuste
del espacio al uso al que se destinaba, sin opción para lo indeterminado ni la
polivalencia, que hoy creemos tan necesarias. Pero si hay algo que aún está vigente
es la denuncia del inventor americano respecto a la evolución de la vivienda, que nos
invitaba a invertir el proceso, para que ésta se proyectase de dentro a fuera.
Los arquitectos Lacaton & Vassal, siguen creyendo en las promesas de la
arquitectura moderna y en la concepción del espacio desde el interior. Su actitud
reivindica una revisión del papel del arquitecto, que debe maximizar su pensamiento,
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