Page 105 - open
P. 105
En la práctica docente seguimos este sistema multientrada. Nos acercamos a estas
cuestiones proponiendo a los alumnos organizar asuntos desarrollados por cualquier
otro. Referencias espaciales o constructivas, lista de estudios de casos, herencias
de estudiantes anteriores o reciclaje de trabajos ya realizados. Todo de obligada
incorporación al proyecto. Cualquier cosa que les recuerden que no estamos solos,
que están proyectando en una red existente de personas y opiniones. A esto se
suma nuestra intención de no empezar cada curso de cero, sino seguir un proceso
acumulativo que optimice los resultados anteriores.
En este caso, los trabajos de esta publicación, se basan en una misma matriz
abstracta que permanece durante varios cuatrimestres. Los alumnos han ido
heredando las condiciones desarrolladas por los anteriores, haciéndolas una y otra
vez suyas y perfeccionándolas.
2_Identificar las partes separables / desenredar e independizar problemas
Quizá sea esta la capacidad en la que más nos reconocemos.
Esta cuestión depende de cada proyecto. Habrá unos en los que pesen más los
aspectos económicos, otros con prioridades medioambientales etc. En todos los
casos, tenemos que identificar las tareas a realizar, identificar cuáles son los agentes
prioritarios y proponer una “alineación del juego” específica.
Cuanto más afinada esté cada alineación del equipo, actores y tareas, mejor
será el resultado. En esto podemos seguir los consejos de la industrialización
contemporánea, es mucho más fácil cambiar el proceso que simplificar cada
parte. “La solución la encontramos en las matemáticas de conjuntos. Si muchas
partes generan exponencialmente muchas juntas, lo opuesto también será verdadero:
pocas partes generarán exponencialmente pocas juntas… es más difícil y toma más
tiempo investigar y replantear el diseño de las partes que rediseñar el proceso… un
problema muy complejo se convierte así en una serie de pequeños y mucho menos
complejos”[5].
Por lo tanto, hay que adecuar cada rol a cada ámbito y no poner más que los
estrictamente necesarios en cada proyecto. “No hace falta forzar el diseño y
convertirlo en una camisa de fuerza. Proyectar no tiene por qué controlarse
enteramente top down y fabricar no tiene por qué ser una secuencia bottom up. Los
problemas pueden separarse en pequeñas partes y resolverse de las dos maneras,
individuales o juntos [6].
Aun con todas estas previsiones, aparentemente tan tecnócratas y restrictivas,
siempre habrá que dejar un margen de maniobra. Como piensa Simondon,
hablando de los objetos técnicos, un cierto grado de incertidumbre es lo que
permite incorporar información exterior. “… el verdadero perfeccionamiento
de las máquinas, aquel del cual se puede decir que eleva el grado de tecnicidad,
corresponde no a un acrecentamiento del automatismo, sino, por el contrario, al
hecho de que el funcionamiento de una máquina preserve un cierto margen de
intermediación. Es este margen lo que permite a la máquina ser sensible a una
información exterior.” [7]
105