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Para que esto sea eficaz resulta más útil pensar como ensambladores que como
compositores.
COMPONER ENSAMBLAR
LIGAR SELECCIONAR
AMALGAMA ESPECIFICAR
ENGENDRAR PRODUCIR
CONTINUIDAD RUPTURA
LINEALIDAD SIMULTANEIDAD
QUÍMICA FÍSICA
ALQUIMIA TÉCNICA
Los arquitectos ensambladores defienden que los elementos existen y tienen realidad
autónoma. Estos arquitectos buscan compatibilidades entre ellos y los ponen de
acuerdo. Podríamos decir que su acción principal es seleccionar. Los arquitectos
compositores piensan que los elementos no existen por sí mismos o apenas tienen
importancia, es la arquitectura la que les integra y da sentido. Su acción primordial
es ligar.
Los arquitectos ensambladores yuxtaponen elementos y hablan de lo específico,
producen una arquitectura de elementos bastante autónomos, que son fácilmente
removibles e re identificables. Los compositores también pueden yuxtaponer, pero
lo hacen con elementos y con otras cosas, hechos o procesos, en un proceso de
fundido que neutraliza las partes, las une y crea una amalgama.
Si pensamos en esta distinción como lo hace Simondon diremos que los
ensambladores son productores y los compositores son engendradores (creadores).
“En el dominio de la vida, el órgano no es separable de la especie; en el dominio
técnico, el elemento, precisamente porque está fabricado, es desprendible del
conjunto que lo ha producido; ahí radica la diferencia entre lo engendrado y lo
producido.” [8]
Si pensamos en el proyecto como el montaje de una película, diremos que a los
ensambladores les interesan más los procesos de ruptura y los compositores
buscan más la continuidad en la narración. Quizá ambos confían en la magia de
la arquitectura relacional, pero unos, los ensambladores, creen en la magia de
la técnica y los otros, los compositores, se entregan a la alquimia. Cuando nos
referimos a la magia de la técnica enfocamos hacia la confianza en la imaginación
técnica, que desarrollan tan bien García Lorca o el propio Simondon. Recojo a
Lorca porque su lenguaje es cristalino.
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