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ante ciertos resultados. Esto es la razón por la que tenemos que explicar porque,
            como educadores y también como ciudadanos, hacemos ciertas elecciones; porque
            favorecemos ciertas aproximaciones sobre otros. La tarea para mí es, por lo tanto,
            no enfatizar una técnica sobre otra, sino trabajar de manera que permita que surjan
            marcos críticos dentro de los cuales se puedan tomar decisiones de diseño, marcos
            situados dentro del contexto de su aplicación. La transformación del entorno de
            aprendizaje es absolutamente crucial en este contexto. Las escuelas de arquitectura,
            a pesar de que aparentemente se han adaptado al mundo exterior a través de la
            implementación de diferentes programas de enseñanza tienen un largo camino
            por recorrer. El juego ha cambiado mucho más fundamentalmente - sin embargo,
            los graduados todavía salen con portafolios de edificios imaginarios bellamente
            dibujados. En cambio, el enfoque debe pasar al desarrollo de la arquitectura
            como proceso, como algo que podría tener un comienzo, pero seguirá existiendo
            en el tiempo. Esto no es sólo una cuestión de estudios de diseño, sino todos los
            demás componentes, incluyendo la historia y la teoría, así como la tecnología. Si
            este cambio aborda el enfoque del aprendizaje, eso es, lo “que” aprendemos, los
            entornos de aprendizaje también deben tener en cuenta “cómo” y “con quién”
            aprendemos. Lo más importante, sin embargo, es posible que tenga que ver con el
            ‘por qué’ aprendemos. ¿Cuál es la ambición del aprendizaje de la arquitectura? ¿Qué
            queremos lograr con la arquitectura? ¿Para quién? Estas preguntas son cruciales no
            sólo porque la arquitectura  transforma el dinero en materia. En mis libros, también
            apunta a un campo de acción que está enmarcado por un conjunto de preguntas
            críticas. La arquitectura, tal y como Alastair Parvin, Sam Brown y yo hemos escrito
            sobre ello, está siempre conectada con la justicia social  .  Me parece una de las
            habilidades más importantes a fomentar es aprender a navegar este difícil contexto
            de riqueza agrupada y acceso desigual a los recursos para poder trabajar hacia
            proposiciones que no sirvan sólo a algunos, sino a todos  (hacia la justicia social).
            Esto no puede hacerse aferrándose a las tradiciones heredadas, sino que  necesita
            una revisión más sustantiva.



            BA/GA: A veces necesitamos transmitir el know-how de los expertos a los no
            expertos, con el fin de involucrar al usuario en el proceso y empoderarlos. Al
            mismo tiempo, nuestro know-how profesional es a menudo el resultado de una
            formación sistemática que tiende a estandarizar las soluciones, mientras que los
            usuarios profanos eventualmente son capaces de encontrar soluciones inesperadas.
            ¿Qué conocimientos son , a tu juicio, los que debemos transmitir a los usuarios
            para empoderarlos e implicarlos en el proceso de diseño de sus propios espacios?
            ¿Y con qué método o a través de qué medios se podría realizar esa transmisión?
            ¿Existe un conocimiento global arquitectónico que debiera considerarse parte de la
            educación general? Y finalmente, ¿es posible intercambiar conocimientos en ambas
            direcciones?

            TS: Antes de nada, no hay nada malo con los expertos o los profesionales del
            know-how. Lo que es verdaderamente problemático, sin embargo, es usar el
            conocimiento profesional para cerrar -en lugar de abrir- la discusión. El saber
            cómo funcionan los edificios, por ejemplo, o qué pueden hacer, cual es su alcance,




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